Mi nombre es José Luis y me he formado como masajista en la escuela de masaje Dakini y sexualidad sagrada. El masaje es una de mis pasiones, otra es la biodanza y mediante las dos he seguido un camino de transformación y crecimiento. Por ese motivo he decidido dar un giro a mi vida, dedicarme a mis pasiones y ponerlo al servicio de los demás. Recibir un masaje es un gran placer. Cuando recibes un masaje tu cuerpo cambia te sientes relajación, bienestar, más ligero con menos tensiones y más feliz, tu sonrisa te delata. A nivel emocional mueves tu interior y te ayuda a sanar y quitarte corazas emocionales que no has soltado o transitado. Mediante el masaje, se reduce el estrés, se refuerza el sistema inmune, se revitaliza tu energía, serás más activo y creativo, conectas con el placer, con el gozo y con tus emociones.
La piel es el órgano más grande que tenemos en el cuerpo y está lleno de terminaciones nerviosas que recibe mucha información, al tocarlo podemos liberar energías pero también mover emociones que teníamos de hace tiempo. El masaje es una vía de crecimiento y transformación a niveles físico, mental, emocional y de sentimientos.
El objetivo de los masajes Dakini es el de despertar la energía Kundalini. La emergía Kundalini la tenemos depositada en el sacro y en muchos casos dormida. Mediante el masaje vamos a mover la energía vital y esta nos ayuda a despertar Kundalini. Cuando despierta Kundalini asciende por los Chakras y los ilumina a la vez que aumenta tus expectativas en la vida. Kundalini es una energía espiritual, despierta tu sexualidad consciente y genera vida, nos da una visión más espiritual de la vida. Mediante el masaje generamos consciencia y abrimos espacios. Al liberar el pecho abres el corazón y sueltas el ego, al liberar la pelvis ganas confianza y disfrutas de los placeres.
No lo dudes. Estas a un masaje de cambiar tu vida.